viernes, 18 de octubre de 2019

Reconociendo el lugar de las políticas públicas en la garantía de la diversidad

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POLÍTICAS PUBLICAS PARA LA DIVERSIDAD E INCLUSIÓN

Realizado por: 
Edwin Antonio Alvarez
Yesica Paola Caicedo
Corporcion Universitaria Iberoamericana


Políticas Públicas

¿Que es una política publica?

Las Políticas Públicas  se pueden entender como el ámbito privilegiado de realización del “pacto” entre Estado y sociedad. Un nuevo papel del Estado, en el sentido de hacerlo más ágil y organizador. Aquí podemos rescatar el sentido participación entre estos dos actores, pero el objetivo final de beneficio a la sociedad es como lo veremos más adelante un punto que muchas veces queda olvidado, de aquí el fracaso de muchas Políticas Públicas.

Cabe resaltar que no todo es asunto público y de lo público no todo se convierte en política y, actualmente asuntos públicos están siendo atendidos solamente y únicamente por el gobierno.

Las Políticas Públicas son “el conjunto de actividades de las instituciones de gobierno, actuando directamente o a través de agentes, y que van dirigidas a tener una influencia determinada sobre la vida de los ciudadanos”. Pallares señala: las Políticas Públicas deben ser consideradas como un “procesos decisional”, un conjunto de decisiones que se llevan a cabo a lo largo de un plazo de tiempo. Pallares, al  mencionar esa  persuasión sobre la población no comenta si es de índole positiva o negativa, pero podemos decir que en ocasiones el bienestar se ve cuestionado en una política restrictiva o de imposición  fiscal por ejemplo, logrando ciertamente esa modificación conductual. Aunque la mayoría de las Políticas Públicas tienen un impacto directo en el bienestar de la población.

En un mundo donde la característica principal es la diversidad de sus miembros, la inclusión es una consecuencia lógica de su desarrollo. La diversidad constituye parte de los principios y valores que sustentan el quehacer diario de cada individuo, y desde este punto de vista, las diferencias entre las personas son una oportunidad para el enriquecimiento de la sociedad.

Las políticas de inclusión, tienen como principal objetivo promover a mediano plazo una cultura de la diversidad, resumible en dos ideas centrales: por un lado, el principio que debe aceptarse en una sociedad, el reconocimiento de la diversidad; y, por otro lado, la diversidad debe gestionarse como una nueva cultura pública, que circunscribe pautas de conducta institucionales y ciudadanas para conseguir una cohesión e inclusión social.



POLÍTICAS PUBLICAS EN LA DIVERSIDAD CULTURAL

La política pública de diversidad cultural parte de los principios constitucionales que establecen como uno de los fundamentos de la nación su diversidad cultural; así mismo de la obligación del Estado de reconocer, proteger y fomentar la cultura en todas sus manifestaciones y de la garantía constitucional a la libertad de conciencia y de expresión.
La Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales de la Unesco del año 2005 señala que “la diversidad cultural constituye un patrimonio común de la humanidad que debe valorarse y preservarse en provecho de todos” y que, por lo tanto, su objetivo central es “proteger y promover la diversidad de las expresiones culturales”.
La política pública de diversidad cultural hace un especial énfasis en grupos poblacionales específicos: las comunidades pertenecientes a los pueblos indígenas, las poblaciones afrocolombianas, palanqueras y raizales, el pueblo gitano o rom, y los grupos en situación de vulnerabilidad socialmente diferenciados especialmente las mujeres cabezas de hogar, los jóvenes y la primera infancia. Estas prioridades no significan que no se tengan en cuenta otros grupos poblacionales.

Algunas orientaciones estratégicas de la política de diversidad cultural:


Fortalecer el proceso de apropiación y ejercicio de los derechos culturales de los diferentes grupos poblacionales.
Promover y fortalecer el enfoque diferencial y las acciones afirmativas que contribuyan al reconocimiento y respeto de la identidad e integridad cultural de los grupos étnicos y comunidades locales campesinas y urbanas, a la valoración social de sus expresiones culturales, y a la remoción de obstáculos que impidan a las personas y comunidades el acceso y disfrute de los activos y bienes de la cultura.
Prevenir la discriminación y la exclusión social, pues es necesario evitar el uso de estereotipos que vulneren la imagen, valores y cultura de los pueblos, comunidades y población social y culturalmente diferenciada.
Adoptar medidas que contribuyan a la salvaguardia, de manera integral, de la diversidad de expresiones culturales de los grupos étnicos y comunidades locales, especialmente en situaciones en las que las expresiones culturales estén bajo amenaza y puedan correr peligro de extinción o de grave deterioro.

POLÍTICA DE DIVERSIDAD CULTURAL Y LOS PUEBLOS INDÍGENAS

La política pública de diversidad cultural en lo que se refiere a los pueblos indígenas es indicativa. No sobra advertir que las acciones que se desprenden de la misma deben ser concertadas con los pueblos indígenas y sus comunidades la aceptación de otras visiones y otras perspectivas sobre la cultura.
Esta política señala unos rumbos y pone de manifiesto las aspiraciones e intereses del Ministerio de Cultura, que no son otros que velar por el reconocimiento y respeto de las culturas indígenas y poder contribuir con las comunidades a garantizar el pleno ejercicio de sus derechos culturales.
En la actualidad, diversas causas generan y desembocan en riesgos físicos y culturales para los pueblos indígenas. La integración económica del país ha generado cambios en la vida indígena y no han escapado sus territorios a la acción de los grupos armados al margen de la ley y a la expansión de los cultivos ilícitos. Las secuelas de estos factores han sido la migración indígena a las ciudades, el desplazamiento forzado y también la agudización de la crisis social interna que viven muchas comunidades. Hoy en día algunos pueblos indígenas acusan un alto nivel de riesgo de extinción física y cultural razón por la cual la Corte Constitucional ha expedido el Auto 04 de 2008 que obliga a su salvaguardia urgente. La política de diversidad cultural busca orientar la acción pública, en el campo de la cultura, para fortalecer el ejercicio de los derechos culturales de los pueblos indígenas y contribuir a su bienestar. Con este fin se han formulado los siguientes principios y directrices de política cultural.
* En cumplimiento del principio de diversidad cultural, la política reconoce el aporte de los diferentes pueblos indígenas a la construcción y riqueza cultural de la nación. Es una obligación del Estado y de la sociedad en su conjunto velar por la permanencia y fortalecimiento de esta diversidad.
* La población, su cultura y el territorio constituyen una unidad inseparable, para los pueblos indígenas, que debe ser entendida de manera integral.
* Contribuir con los pueblos y comunidades indígenas para el fortalecimiento en el ejercicio de sus derechos culturales y la salvaguardia de su patrimonio cultural.


Participación. Garantía a la participación plena y efectiva de los pueblos indígenas y sus comunidades en las decisiones culturales que les conciernen o pueden afectarlos teniendo en cuenta el principio del consentimiento libre, previo e informado. La participación parte del reconocimiento de los pueblos y comunidades indígenas como sujetos colectivos y de su derecho a decidir libre y autónomamente sobre su desarrollo.

Integralidad con el territorio y sus recursos. En los pueblos indígenas la relación sociedad-naturaleza está mediada por una imbricada red de relaciones sociales y simbólicas que son el fundamento de supervivencia como pueblos. Por esta razón, una directriz de la política pública de diversidad cultural es mantener este enfoque integral reconociendo el valor y la importancia de los territorios y de sus recursos naturales en el mantenimiento y supervivencia de las culturas indígenas.

Reconocimiento y respeto por los saberes tradicionales. La política de diversidad cultural reconoce y respeta el valor y papel de los saberes tradicionales en la conservación del patrimonio cultural y natural de la nación.

La Corte Constitucional ha identificado 34 pueblos indígenas en riesgo y ha ordenado en su Auto 04 de 2008 la adopción para los mismos de planes integrales de salvaguardia. El Ministerio de Cultura, por su parte, desarrollará, en el marco de la política de diversidad cultural, una propuesta metodológica para la salvaguardia del patrimonio cultural de los pueblos en riesgo.
 • Las comunidades indígenas, víctimas del desplazamiento forzado, sufren los efectos del desarraigo cultural. En el caso de que esto suceda, además de la atención integral a esta población, se deberán adoptar las medidas necesarias para prevenir y mitigar los impactos culturales que genera el desarraigo y buscar que en los lugares de llegada, o en los de retorno, existan las condiciones para que las familias y las comunidades puedan ejercer plenamente sus derechos, prácticas y usos culturales.
 • Hay una preocupación especial por la suerte de los pueblos de poco contacto con la sociedad mayoritaria o en “aislamiento voluntario”.

LA POLÍTICA PÚBLICA DE DIVERSIDAD CULTURAL Y LOS PUEBLOS Y COMUNIDADES AFRODESCENDIENTES




Las poblaciones afrodescendientes en Colombia poseen un invaluable legado cultural que tiene sus raíces en la riqueza e inmensidad de las culturas africanas y que adquirió, en el contexto americano, sus propias particularidades. La política pública de diversidad cultural, en lo que se refiere a los pueblos y comunidades afrocolombianas, es indicativa. No sobra advertir que las acciones que se desprenden de la misma deben ser concertadas con estos pueblos y comunidades dentro de un espíritu de colaboración y diálogo intercultural, es decir, a partir de la aceptación de otras visiones y otras perspectivas sobre la cultura.

En general, la población afrocolombiana, no obstante su inmensa riqueza cultural, ha vivido históricamente una situación de exclusión social y de pobreza. Para la política pública de diversidad cultural un sector clave de la población afrocolombiana lo constituyen las comunidades locales, que viven y están organizadas, casi todas, en consejos comunitarios pertenecientes a los territorios colectivos titulados en desarrollo de la Ley 70 de 1993.
En la Declaración de Cartagena de Indias se adoptó el compromiso de integrar progresivamente en las políticas de cultura acciones conducentes a garantizar a la mayoría de la población afrodescendiente el acceso a bienes y servicios culturales pertinentes y de calidad, con especial énfasis en las nuevas tecnologías; a apoyar y fortalecer la generación y divulgación de estudios y sistemas de información sobre la situación de las comunidades afrodescendientes, su patrimonio cultural y espiritual, así como sus creaciones artísticas e intelectuales para la formulación de políticas culturales, y a promover que los sistemas educativos revaloricen y restablezcan la memoria histórica del aporte de los afrodescendientes a la construcción de nuestras naciones.
A partir de las conclusiones de los talleres regionales realizados por la Dirección de Poblaciones del Ministerio de Cultura se formularon algunos de los principios y directrices de la política de diversidad cultural:
  • La política de diversidad cultural busca orientar la acción pública con el fin de garantizar y fortalecer el ejercicio de los derechos culturales de los afrodescendientes, y elevar así la capacidad de gestión de las comunidades locales y sus consejos para la gestión y salvaguardia integral de su patrimonio cultural.
  • En cumplimiento del principio de diversidad cultural, la política reconoce el aporte de los afrodescendientes a la construcción y riqueza cultural de la nación. Es, por tanto, una obligación del Estado y de la sociedad, en su conjunto, velar por la permanencia y fortalecimiento de esta diversidad.
  • Es una obligación del Estado remover los obstáculos que impiden, a las comunidades afrodescendientes, el ejercicio de sus derechos culturales y el acceso y disfrute de los activos y bienes de la educación y la cultura.


Participación. Garantiza la participación plena y efectiva de las comunidades afrodescendientes en las decisiones culturales que les conciernen o pueden afectarlas teniendo en cuenta el principio del consentimiento libre, previo e informado. La participación parte del reconocimiento de los pueblos y comunidades como sujetos colectivos y de su derecho a decidir libre y autónomamente sobre su desarrollo.

Contribución desde la cultura a la erradicación de la discriminación y la exclusión social. Es un deber del Estado combatir la discriminación en cualquiera de sus manifestaciones. El Ministerio de Cultura pondrá los medios a su alcance para desarrollar una estrategia de pedagogía cultural para la prevención del racismo y la discriminación.


Reconocimiento y respeto por los saberes y las culturas tradicionales. La política de diversidad cultural reconoce y respeta el valor y el papel de los saberes y las culturas tradicionales de los afrodescendientes en la conservación del patrimonio cultural y natural de la nación.

  • El Ministerio de Cultura promoverá un programa de internacionalización de la cultura afrocolombiana y su articulación con el movimiento mundial de diáspora africana, dando cumplimiento a lo suscrito en la Declaración de Cartagena de Indias, Colombia: agenda afrodescendiente en las Américas 2009-2019.
  • De igual manera, fomentará el establecimiento y fortalecimiento de los mecanismos de cooperación regional, en especial con el Caribe, Brasil y los países andinos con población afrodescendiente, para la investigación, integración y divulgación de la historia y el papel de los afrodescendientes en la construcción de las Américas.
  • También fomentará este intercambio y la circulación regional de las expresiones culturales de los afrodescendientes, lo que se hará extensivo a los países africanos de la diáspora.




POLÍTICAS PÚBLICAS PARA LA DISCAPACIDAD E INCLUSIÓN SOCIAL

En Colombia existe la política pública de discapacidad e inclusión social, que busca garantizar el goce pleno de los derechos y el cumplimiento de los deberes de las personas con discapacidad, sus familias y cuidadores para el periodo 2013 – 2022. Dichos derechos deben ser garantizados partiendo de la comprensión de que  cada territorio tiene unas características físicas, económicas, culturales y políticas que le son propias y que configuran su particularidad, razón por la cual las acciones de política pública deben adaptarse a dichas particularidades, siempre teniendo presente que el vínculo nación – territorio es el que permite que toda la sociedad colombiana, desde su diversidad, transite por la misma vía para el logro de la inclusión plena de las personas con discapacidad. 


POLÍTICAS PÚBLICAS PARA LA INCLUSIÓN DE LA DIVERSIDAD SEXUAL EN EL CONTEXTO EDUCATIVO Y SOCIAL.

Es muy común y desafortunadamente que en el entorno estudiantil los niños creen entre ellos etiquetas para referirse a compañeros/as, con aparente comportamiento diferente entre ellos. Por ejemplo si un niño da apariencia de ser delicado, es tildado como gay, o por el contrario si una niña tiene tendencia a realizar más actividades de niño, se le denomina como "marimacho".
Esto produce en esos niños en muchas ocasiones falta de deseo por ir a estudiar, depresión, baja autoestima y en muchos casos el suicidio.
Es por eso que en el entorno estudiantil debemos promover las prácticas de inclusión social con respecto a la población con una diversidad sexual diferente, para de esta manera lograr un ambiente escolar positivo para estas personas y que no se sientan rechazados, ni vulnerados en  sus derechos por su condición sexual.
Debemos preocuparnos por fomentar en los ambientes escolares el respeto por la diversidad, sexual, ya que es en la infancia donde se afianzan los valores, y se consolidan las creencias.
Afortunadamente en Colombia existen leyes, que protege no solamente a los niños sino a toda la población con inclinación sexual diferente, y defiende sus derechos, que son además de los consagrados en la constitución nacional de 1991 para todas las personas.

Enseñar y aprender de la diversidad y en la diversidad
Hacia el fortalecimiento de una política educativa en un país multicultural.

Los procesos de formulación de políticas educativas dirigidas a los pueblos indígenas se iniciaron a finales de la década del 70 con la promulgación de los decretos 088 de 1976 y 1142 de 1978, con los cuales se reestructuró el Sistema Educativo y el Ministerio de Educación Nacional. Dentro de los cambios que se introdujeron, se establecieron: la participación, la cooperación, la investigación, el uso de lenguas nativas, la gratuidad, la financiación descentralizada, la elección especial para etnoeducadores y los calendarios flexibles. Para la población afrocolombiana, a partir de los años 90, se reconoció el derecho de estas comunidades a tener una educación propia con participación en la construcción curricular.

Con la promulgación de la Constitución Política de 1991, la educación se reconoce como un derecho de las personas "y un servicio público que tiene una función social... que busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica y a los demás bienes y valores de la cultura" y que forma "en el respeto a los derechos humanos, a la paz y a la democracia; y en la práctica del trabajo y la recreación, para el mejoramiento cultural, científico, tecnológico y para la protección del ambiente" (Art. 67). En cuanto a los grupos étnicos, dice que "tendrán derecho a una formación que respete y desarrolle su identidad cultural" (Art.: 68).

En Colombia se han identificado como grupos étnicos a los pueblos indígenas, las comunidades negras, afrocolombianas, raizales del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina y el pueblo Rom o Gitano, los cuales han propendido por su reconocimiento como partícipes activos en la construcción de la nación colombiana, buscando su autodeterminación política, económica organizativa y cultural¹. En este contexto, la etnoeducación aparece y se oficializa en el país como una política de Estado para la atención educativa de los grupos étnicos, respondiendo también a la movilización política del movimiento indígena en los años 70 y como desarrollo del principio constitucional de reconocimiento a la diversidad étnica y cultural de la nación, que trajo como consecuencia la generación de un marco normativo especial que contempla, entre otras, las siguientes definiciones y alcances:

Como derecho y servicio público, la etnoeducación debe garantizar procesos de enseñanza -aprendizaje y construcción de conocimientos en los que, a través de pedagogías participativas desarrolladas en un marco intercultural, los grupos étnicos que "poseen una cultura, una lengua, unas tradiciones y unos fueros propios y autóctonos" (Ley 115 de 1994, Art. 55)"logren desarrollar una formación que respete y desarrolle su identidad cultural" (Constitución Política, Art. 68).

"La etnoeducación, además de estar orientada por el objeto, principios y fines generales de la educación colombiana, debe incluir las particularidades sociales que caracterizan a los grupos étnicos y define sus procedimientos como: "compromiso de elaboración colectiva, en los cuales, los miembros de la comunidad en general, intercambian saberes y vivencias con miras a mantener, recrear y desarrollar un proyecto global de vida de acuerdo con su cultura, su lengua, sus tradiciones y sus fueros propios y autóctonos" (Artículos 55 a 63 de dicha Ley y Decreto 804 de 1995).

"Los programas y los servicios de educación destinados a los pueblos interesados deberán desarrollarse y aplicarse en cooperación con éstos a fin de responder a sus necesidades particulares y deberán abarcar su historia, sus conocimientos y técnicas, sus sistemas de valores y sus demás aspiraciones sociales, económicas y culturales. La autoridad competente deberá asegurar la formación de miembros de estos pueblos y su participación en la formulación y ejecución de programas de educación, con miras a transferir progresivamente a dichos pueblos la responsabilidad de la realización de estos programas, cuando haya lugar. Además, los gobiernos deberán reconocer el derecho de esos pueblos a crear sus propias instituciones y medios de educación, siempre que tales instituciones satisfagan las normas mínimas establecidas por la autoridad competente en consulta con esos pueblos. Deberán facilitárseles recursos apropiados con tal fin" (Ley 21 de 1991, Artículo 27).

"El currículo de la etnoeducación se fundamenta en la territorialidad, la autonomía, la lengua, la concepción de vida de cada pueblo, su historia e identidad según sus usos y costumbres. Su diseño o construcción será el producto de la investigación en donde participen la comunidad en general, la comunidad educativa en particular, sus autoridades y organizaciones tradicionales" (Decreto 804 Artículos 14 y 15).

Para las comunidades Negras en particular, la Ley 70 de 1993 establece: "el Estado colombiano reconoce y garantiza a las comunidades negras el derecho a un proceso educativo acorde con sus necesidades y aspiraciones etnoculturales. La autoridad competente adoptará las medidas necesarias para que en cada uno de los niveles educativos, los currículos se adapten a esta disposición" (Artículo 32). "Este reconocimiento particular a los procesos etnoeducativos afrocolombianos es obligatorio y extensivo a todos los establecimientos educativos del país a través de la Cátedra de Estudios Afrocolombianos" (Artículo 39, Ley 70 de 1993, reglamentado en el Artículo 2 del Decreto 1122 de 1998).

Recientemente, la etnoeducación, como orientación para atender a los grupos étnicos se ratifica y hace vigente en el Código de la Infancia y la Adolescencia (Ley 1098 de 2006), en los siguientes términos: "En cumplimiento de sus funciones en los niveles nacional, departamental, distrital y municipal deberá garantizar la etnoeducación para los niños, las niñas y los adolescentes indígenas y de otros grupos étnicos, de conformidad con la Constitución Política y la ley que regule la materia".

Revolución Educativa: hacia una oferta diferencial

El avance normativo para la atención educativa dirigida a las etnias y las acciones que de allí se desprendieron, no siempre se han reflejado en un mejoramiento de las condiciones de vida de estas comunidades. Hoy se requiere un esfuerzo conjunto, por parte de la comunidad educativa y de la sociedad en general, para lograr un real reconocimiento, valoración y fortalecimiento de la diversidad cultural. En otras palabras y a partir de los enunciados de la normatividad especial, es necesario fortalecer acciones y diseñar y desarrollar otras nuevas, que materialicen lo jurídicamente establecido, trabajando de manera concertada con las organizaciones representantes de las etnias para construir, desde las comunidades de base, una oferta educativa integral que reconozca la función educadora en espacios que van más allá del ámbito escolar, y en los cuales se proyecta el futuro de estas poblaciones, como sociedades que conforman la nacionalidad colombiana, que están en constante transformación y autorreconocimiento.

En esta perspectiva, el Ministerio de Educación Nacional ha iniciado procesos y acciones en las entidades territoriales, dentro de los cuales se destacan:

1. Educación para grupos étnicos y transversalidad. Con proyectos específicos en los ejes de la política (cobertura, calidad, eficiencia y pertinencia), y en un marco de inclusión y equidad, los dos viceministerios vienen trabajando de manera concertada con la Comisión Pedagógica Nacional de Comunidades Negras(CPN), conformada mediante el Decreto 2249 de 1996, y la Comisión Nacional de Trabajo y Concertación de la Política Educativa para los Pueblos Indígenas (CONTCEPI), creada por el Decreto 2406 de 2007, en la elaboración de lineamientos de política y la propuesta de acciones concretas en las secretarías de educación.

2. Trabajo con las secretarías certificadas. Se han impartido directrices y orientaciones a los equipos de las secretarías de educación para que apoyen la implementación en las instituciones educativas de sus entidades territoriales acciones dirigidas a las etnias, que permitan innovar los procesos educativos con propuestas pedagógicas y didácticas, y construcción de nuevos modelos, transformando los proyectos educativos institucionales PEI para tener en cuenta otras formas de educación no escolarizada, endógena, con procesos especiales de selección de docentes, recuperación de lenguas y alfabetos, entre otros aspectos.

3. Reconocimiento de las poblaciones y labor interinstitucional. Se ha avanzado en la visibilización de las etnias en el sistema educativo. En 2009 se han identificado 812.671 estudiantes matriculados en preescolar, básica y media, 12.368 docentes que atienden poblaciones afriodescendientes y 3.790 etnoeducadores para estudiantes indígenas, se han descrito las principales causas de la deserción escolar (deterioro de la infraestructura, dispersión en la ubicación de las escuelas, dificultades para el acceso, presencia de docentes no pertinentes, PEI y currículos no concertados, falta de oferta de secundaria y dificultad para acceder a la educación superior, entre otras), y se vienen buscando soluciones articulando acciones y programas con otras entidades del Estado como: Familias en Acción, Red Juntos, Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (restaurantes escolares, etc.), Acción Social, Ministerio de Comunicaciones, SENA y apoyo de organismos internacionales (OEI, UNESCO, OIM, etc.).

4. Educación superior. Para mejorar y ampliar la oferta, se han creado 34 Centros Regionales de Educación Superior (CERES) en departamentos y territorios habitados por etnias. Existe un programa de becas y fondos condonables, buscando mejorar las condiciones para el acceso y la permanencia en el sistema educativo.

5. Modernización, equipo humano y concurso docente. Con la modernización de las secretarías de educación se han fortalecido equipos responsables del tema etnoeducativo y se han realizado estudios para determinar las plantas de docentes acordes con las necesidades de estas poblaciones. Entre 2005 y 2006 tuvo lugar el primer concurso especial para docentes que atienden poblaciones afrodescendientes, está en proceso de concertación el diseño de un estatuto docente especial para los pueblos indígenas y la continuidad del concurso para docentes que atienden poblaciones afrocolombianas.

6. Armonización de visiones y concepciones. En el eje de la política de calidad se presentan avances y puntos de encuentro entre la visión y misión que propone el Ministerio - a partir del concepto de Competencias Básicas y Estándares, la atención a la primera infancia y los planes de mejoramiento en las instituciones educativas-, y los planteamientos de las etnias sobre los procesos educativos, cuando afirman que la educación es para la vida y en la vida.

Se aprende y se enseña en situaciones concretas y contextos genuinos propiciados por una educación vivencial. Por ello, en este contexto "ser competente" significa el adecuado desenvolvimiento de la persona o ser dentro de su propia sociedad, así como la posibilidad de diálogo horizontal (en condiciones de equidad), de la cultura propia con otras culturas. Se entiende la noción de competencia como: "saber hacer, en situaciones concretas que requieren la aplicación creativa, flexible y responsable de conocimientos, habilidades, actitudes"² y aptitudes.

En este marco, el MEN se propone fortalecer los procesos etnoeducativos que contienen la educación propia, los proyectos educativos comunitarios, a partir de la consulta y participación de las comunidades en la construcción de procesos escolarizados y no escolarizados. Esta propuesta incluye metodologías, orientaciones, contenidos y procedimientos para su desarrollo que involucran a todos los actores sociales.

Qué, por qué y cómo de la etnoeducación

La apuesta para desarrollar proyectos etnoeducativos tiene como propósito contar con herramientas y orientaciones que permitan a las comunidades y a las secretarías de educación tener una guía conceptual, pedagógica, metodológica y operativa de las acciones educativas que se deben desarrollar para la atención pertinente de un grupo étnico o complejo sociocultural. Su propósito es, en primera instancia, la permanencia cultural de estos pueblos y comunidades, el ejercicio de la autonomía y respeto a sus territorios e, igualmente, orientar a las entidades responsables de la prestación del servicio hacia acciones específicas para llevar a cabo prácticas comunitarias (estrategias pedagógicas o desarrollo de modelos); así se permite la permanencia de los integrantes de estas comunidades en condiciones de equidad y competitividad frente al resto de la poblacion. El proyecto etnoeducativo define los objetivos y los procesos metodológicos de la educación: el qué, por qué y cómo de la etnoeducación.

El "Qué" se entiende como el horizonte o perspectiva para el desarrollo de competencias, con el fin de fortalecer las relaciones culturales endógenas y de la cultura propia con otras culturas (exógenas).

El "Cómo" se construye a partir de actividades de aprendizaje cultural integradas a los campos del saber propio e intercultural en sus contextos de vida. En estos procesos de enseñanza-aprendizaje, la comunicación, como manifestación de cultura y pensamiento, y la matemática, como lógica del pensamiento, atraviesan las prácticas pedagógicas.

El "Por qué" se propone desde la necesidad de afirmación y pervivencia cultural.

En esta construcción se han diseñado, conjuntamente con las comunidades, rutas metodológicas o ciclos que proponen el siguiente procedimiento:

1. Generar procesos de consulta y concertación con y de los grupos étnicos, garantizando el derecho a la autodeterminación y a la toma de decisiones sobre la educación que quieren para su pueblo o comunidad.

2. Construir los proyectos etnoeducativos y su práctica pedagógica comunitaria.

3. Orientar los procesos de participación de las comunidades y las diferentes entidades públicas y privadas, especialmente las secretarías de educación, en la prestación del servicio, conformando un tejido interinstitucional para la atención educativa diferencial y pertinente. El ciclo se cierra con la suscripción de alianzas entre el Ministerio, las secretarías y los representantes de los grupos étnicos, operando a través de comités técnicos que permitan identificar las necesidades educativas, las acciones requeridas para cumplirlas y hacer el seguimiento a los compromisos adquiridos.

Los proyectos etnoeducativos se concretan en una práctica y aplicación comunitaria, al involucrar en los procesos curriculares la reflexión frente a las actividades cotidianas de una comunidad (económicas, sociales, políticas y culturales), lo que permite mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje y la interacción entre el aula y las actividades que se desarrollan por fuera de ella, fortaleciendo los procesos de educación propia. El aula se transforma en aula abierta, crítica e integrada a la vida comunitaria, donde se cristalizan estrategias pedagógicas (modelos etnoeducativos), que incluyen el fortalecimiento y el uso de lenguas propias y la utilización de saberes de otras culturas.

De esta manera y en coherencia con una educación en y para la vida, las propuestas pedagógicas de los grupos étnicos integran áreas y saberes en proyectos de aula-comunidad que promueven el desarrollo de competencias de manera transversal. En la práctica, las competencias propenden al desarrollo del Ser Social para el fortalecimiento cultural del grupo étnico en el contexto de un país y un mundo diverso. También, en este marco, cada grupo étnico -con sistemas de valores propios dan sentido a la existencia cultural- y permiten un diálogo con otras culturas.

Para estos grupos, las competencias constituyen básicamente el desarrollo de compromisos y relaciones culturales, comunitarias, sociales y con la naturaleza, en las cuales son fundamentales las relaciones entre sociedades. Las competencias básicas son desarrolladas desde la integralidad, a partir de la ética, el comportamiento, la responsabilidad y los sistemas de valores, cuyo objeto central es el compromiso de mantenerse como comunidades dentro de la nación colombiana.

Características de los proyectos etnoeducativos
A manera de ejemplo y como resultado de la formulación de proyectos etnoeducativos con los pueblos Uwa, Wuayuu y Ette, Ennaka, Kancuamo, entre otros, se concluye que estos procesos se caracterizan por ser:

1. Comunitarios, en la medida en que todos los miembros participan en el proceso educativo con sus saberes, conocimientos, habilidades, destrezas, percepciones, sentires y palabras que se intercambian en la vida del aula-comunidad.

2. Integrales, puesto que en las formas pedagógicas propuestas por los grupos étnicos se presenta una constante interrelación de los campos del saber (propios y de otras culturas).

3. Diversos, en términos de las distintas formas de acceso al conocimiento (científico, onírico, perceptual, estético y simbólico, entre otros).

4. Procesuales (por proceso), ya que identifican el desarrollo de la persona de acuerdo con sus ciclos de vida (lo que se debe aprender y practicar en un determinado momento de acuerdo con el rol social: ser mujer, ser hombre, ser mayor, ser niño, etc.).

El Ministerio de Educación Nacional está comprometido con estos procesos, buscando transformar la historia de subordinación y dominación hacia estas comunidades, con acciones que mejoren sus condiciones de vida, reconociendo otras formas de aprendizaje, una mirada distinta a la escuela, más dinámica e integradora en interacción con sus contextos, donde la comunidad entera define su sentido y función social, dándole un significado cultural para posibilitar el desarrollo de competencias para la vida.

En esta perspectiva, el Ministerio de Educación Nacional se propone la atención educativa, de manera prioritaria, de 34 pueblos indígenas y 64 comunidades afrocolombianas, para responder a los autos de la Corte Constitucional que ordenaron al Estado (2008) una atención prioritaria a los pueblos y comunidades que se encuentran en grave riesgo de desaparición física y cultural (004 y 005 de 2008).

Finalmente, es necesario establecer mecanismos de evaluación, seguimiento y análisis de los resultados de estas iniciativas encaminadas a mostrar otras dimensiones de lo educativo más allá de los procesos escolarizados, integrando acciones en la salud, la alimentación, el manejo del medio ambiente, los comportamientos y el control social, entre otros, para formar un nuevo ser humano hijo de la diversidad y para la diversidad.

CONCLUSIONES

Las políticas públicas obtendrán bastantes beneficios si se realiza una adecuada gestión de la diversidad, entre ellos podríamos encontrar: una mejor capacidad de adaptación al cambio, se propiciaría la innovación en el país de manera que muchos de los jóvenes crecerían y explicarían mejor sus capacidades, por otro lado encontraríamos una mejor aceptación social e ideológica en nuestro país y esto ayudara a que se cree un mejor desarrollo de la materia política y económica, nuestro país puede ser en muchas ocasiones bastante cerrado en cuanto al tema de diversidad y aceptación de la misma de manera que se crean bastantes conflictos con diferentes posturas y esto lo único que hace es crear odio, discriminación, barreras de comunicación, falta de participación en actividades, diferentes niveles de aprendizaje y finalmente atraso en algunos factores a diferencia de otros países.
Si se llevara a cabo una mejor diversidad dentro de la política cultural nos desarrollaríamos de una mejor manera, además de que conoceríamos diferentes puntos de vista, seriamos más abiertos y respetuosos, aprenderíamos de nuestras diferencias y llevaríamos a cabo mejores planes para el futuro de nuestro país.
La diversidad se evidencia en las diferentes culturas, diferentes formas de pensar, actuar entre otras, lo podemos evidenciar en gran manera a la diversidad de género, con la comunidad LGBT, también en las personas con discapacidad son una serie de cosas que se observan en diversas situaciones de la sociedad, pero ahora se están enfocando más los entes políticos, puesto que están viendo la importancia que es, llevar y cumplir con las leyes estipuladas en cuanto a la diversidad e inclusión.
Las políticas públicas deben, entonces pasar de la homogenizada a la diversidad. Esta homogenizada es similar al argumento es similar al argumento de una dimensión en una sociedad multicultural y diversa como la actual. Las políticas públicas no deben ser unidimensionales si no tener en cuenta que los bienes que distribuyen (salud, educación, seguridad, cultural. Etc. tienen como receptor a un público cada vez más heterogéneo. Por lo tanto la diversidad, la cultura son de cada región del país cada región tiene su cultura, las etnias, razas las cuales habitan el recinto de la región, la diversidad como tal es donde el ser humano con diferentes culturas a la vez, la diferencia, la variedad, o la semejanza y la convivencia e interacción entre distintas culturas.

BIBLIOGRAFÍA
  • Ministerio de Cultura de Colombia. Política de Diversidad Cultural. Recuperadode:https://www.mineducacion.gov.co/1621/article-208081.html
  • Ministerio de Cultura de Colombia. Política de Diversidad Cultural. Recuperado de: http://www.mincultura.gov.co/ministerio/politicas-culturales/de-diversidad-cultural/Documents/07_politica_diversidad_cultural.pdf
  • http://politicasparaladiversidad.blogspot.com/2017/05/politicas-publicas-para-la-inclusion-de.html
  • http://www.scielo.org.co/pdf/rfnsp/v26n1/v26n1a09.pdf
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